Nuestra orden
Masonería
En términos muy generales, la masonería vendría a ser una antigua institución que reúne a hombres buenos que quieren ser mejores, libres y de buena reputación; sensibles a su crecimiento y evolución personal, profesional y familiar; al mismo tiempo que responsables con su comunidad de referencia en particular, y comprometidos con el mundo en general. Su norte es el amor fraternal, la ética, el respeto a la dignidad humana y la tolerancia con todas las creencias, ideologías y culturas, que a su vez serán también respetuosas con los mismos valores.
La igualdad, la libertad y la fraternidad son atributos muy preciados por la masonería. La ciencia y el progreso los concibe como los grandes ejes de la evolución de la humanidad.
Admite pues a personas de todas las religiones y signos políticos, de cualquier clase social y de cualquier etnia, país y condición, dentro de un marco de tolerancia y respeto.
Es a la vez una institución que fomenta el progreso técnico y científico, como una manera de mejorar la calidad de vida de los seres humanos con el máximo respeto por el medio ambiente y por todas las criaturas.
Esta institución es muy sensible a la acción filantrópica, pues sus recursos se destinan a la mejora de las condiciones de vida de los seres humanos menos favorecidos.
Su objetivo es la búsqueda de la verdad y la trascendencia aplicada a la mejora de todos los seres humanos, integrando al máximo la relación conocimiento-creencia. Aun así, el comportamiento ético y la práctica de las virtudes son también sus bases.
La masonería cree en un principio inspirador y regulador de la creación al que denomina el Gran Arquitecto del Universo. No obstante, la masonería no es una religión en sí misma.
La masonería procura enfrentarse a la ignorancia, al fanatismo, a la imposición de ideas, a la superstición, al orgullo, a la prepotencia y a la discordia.
La masonería es una sociedad privada y discreta, no secreta. Pese a que se ha especulado bastante con el denominado «secreto masónico». Ciertamente hay palabras y toques sólo conocidos por los Hermanos que pertenecen al mismo grado, pero hoy día su persistencia es puramente simbólica, al enseñarnos el valor de la prudencia y la importancia del proceso que, con el tiempo y la práctica adecuada, nos facilitará el progreso en nuestro itinerario masónico. Pero el gran secreto masónico es el que debe ir descubriendo cada Hermano masón, el cual es personal e intransferible, y hace falta invertir toda la vida para ir averiguando su significado, y aun así, en algunos casos siempre nos quedarán «páginas no escritas» del mismo por descubrir. Este es el Secreto. La masonería aporta un buen método para profundizar de forma pautada, aseada, sinérgica y coherente.
Del libro Masonería una Orden Iniciatica, de Florencio Serrano y Francesc Xavier Altarriba